Cuando adolescente, en ocasiones atravesaba la Universidad de La Habana (UH) para ir a la calle L o bajar por San Lázaro. Entraba por J, pasaba por la Plaza Agramonte, miraba el ambiente que me parecía con ‘tremendo voltaje’ pero culto y luego bajaba la Escalinata.
Bueno, tuve la suerte de estudiar en la UH! El primer choque que tuve fue el ritmo de estudio. En el pre, aclarabas las dudas con los profesores en los repasos, estudiabas 3 días antes de la prueba y sacabas 100. En la universidad, estudiabas una semana sin los remediales, y podías fácilmente sacar 2. Las primeras gozaderas que tuve cuando entré en el 1er año de la carrera, fueron la Casa de la FEU! ay, por dios, que rico!!! Pero como lo bueno dura poco, al año siguiente la Casa de la FEU cerró y abrió después que me gradué; la furia de ir a campismos; los juegos Caribe; y claro, las peñas en mi facultad (Matemática-Computación). Creo que yo era la que más alto se reía con los cuentos de Silva. En medio de estas vivencias nuevas en pleno primer año, pasó inesperadamente aquel golpe. Ahí las cosas mudaron radicalmente y bruscamente. La suerte es que ya había hecho amigos que me alegraban la vida y hasta hoy los conservo como algo sagrado.
Se convirtió casi en rutina ir en los 5min. de receso a la cafetería a comprar torticas de Morón. El menú de la cafetería era el siguiente:
- Torticas …. 1
- Frozzen …. 1
- Cigarros … no me acuerdo el precio
- Condones … 1. Que incentivo al estudio y que forma de matar el hambre, eh?
Vinieron los tiempos que me quedaba en el laboratorio de la facultad hasta las 2am haciendo las tareas de programación o los domingos estudiando matemática discreta. Comprábamos pizzas en San Lázaro o una jaba de pan con algo en la panadería de Infanta, cerca de la pajarera. Pasó el tiempo y pasó, y de momento llegó quinto año. La tesis! Que stress… pero todo salió bien y mi familia no podía estar más orgullosa de mí :)
Para recordar aquellos buenos tiempos, hay cosas que deben pasar por inadvertidas, como por ejemplo la comida y las colas en el comedor Machado.