El jueves por la noche a pesar del cansancio que tenia, me “fui a pistear”. Pasé de casualidad por la Sala Atril a ver como estaba la farándula ahí. El portero algo obstinado me dijo que estaba repleto y decidí llenar más el lugar. Fue una noche de reguetón. A los 2 minutos de yo entrar empezó a tocar el reguetonero Baby Lores.
Baby Lores – Creo (Foto tomada de otro sitio web)
Todos se agruparon delante del escenario y empezaron a bailar y tararear sus canciones, desde las mas viejas que no me las sé, hasta la ultima con el cantante de Orishas, Roldán. El público le pidió otra, otra, otra, como suele pasar en los conciertos, aunque era más bien una “descarga” en una fiesta. Y la gente pidió “Creo”. Un tema que se ha hecho tan popular por los malos comentarios del crítico (criticón) Rufo Caballero, la revista La Calle del Medio y demás, fue el escogido por sus fanes. Ahí hoy por mikis, repas, ambientosos, machos a matar, que esa canción “esta buena”, “toca’ ”, “dura dura”. Nadie lo acusó de haber manchado los versos de Bonifacio Byrne ni hubo críticas por ser revolucionario. Que quizás en el video de Creo, Baby Lores y el equipo de realización, hayan abusado de la ambientación u otra cosa, esta bien, ¿qué se le va a ser? Hacer sugerencias, criticas constructivas y después disfrutarlo tal cual y como es. Que conste que no soy reguetonera, y mucho menos fan de Baby Lores. La comparación que él mismo se hizo con Los Van Van en una entrevista, me dio pie para hablar horrores de él en aquel entonces y no seguir oyéndolo. Sin embargo, creo que hay que darle oportunidades a B.L para que radique algunas cosas y avance su carrera profesional. Baby Lores sí cree.
Subió luego al escenario el grupo Acento Latino. El público cantó y bailó sus canciones, tanto las viejas como las nuevas.
Cuando se acabó la diversión en la Sala Atril, fui para 3era y 8. Estaba tocando otro grupo de reguetón, Los Generales. Fue la primera vez que oía de ellos. Invitaron al escenario del publico el reguetonero Sr. Rodríguez y a otro mas que no me acuerdo su nombre. Improvisaron y la “descarga” fue buena hasta cierto momento, que todo era lo mismo y no salían de ahí.
No soy crítica ni estudiosa de música, sino una oyente y bailadora joven, pero considero que el reguetón cubano debe pulirse, tanto en las letras como en el “tumbao” y la sonoridad, que muchas tienen el mismo background y no se puede distinguir cual es cual.